miércoles, 7 de diciembre de 2011

Pena de muerte

Por Dr. René López Benítez*.

El pasado 30 de noviembre sesionó en Roma el VI Congreso de Ministros de Justicia, “por la abolición de la pena de muerte”, convocado por la Comunidad de San Egidio, una organización romana que desde 1968 trabaja “por un mundo sin pena de muerte” que desde el 2004 reúne a estos funcionarios gubernamentales. En esta sesión de la convocatoria asistieron más de 30 delegaciones provenientes de países de todos los continentes.

El Papa Benedicto 16 confirmó a la convocatoria del evento, “expreso mi esperanza porque sus deliberaciones animen iniciativas y legislativas que sean promovidas en cada vez mayor número de países para eliminar la pena de muerte y continuar el proceso sustancial cumplido en el conformar la ley penal que sea a la dignidad humana de los encarcelados”.

El General-Presidente Raúl Castro, en la clausura del VI Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, celebrado el 28 de abril del 2008 informó que el Buró Político propuso al Consejo de Estado, conmutar las penas de muerte a un grupo de sancionados por delitos vinculados al terrorismo, los únicos pendientes sujetos al procedimiento dispuesto por la Ley No. 5, Ley de Procedimiento Penal.

“Se ha adoptado esta decisión no por presiones, sino como un acto soberano, en consonancia con una conducta humanitaria y ética que se caracteriza a la Revolución cubana desde sus inicios, animada siempre con un espíritu de justicia, no de venganza, conociendo además que el compañero Fidel es favorable a eliminar, cuando existan las condiciones propicias, la pena de muerte por cualquier tipo de delito y se opone a los métodos extrajudiciales que en algunos países bien conocidos practican impúdicamente”, “No significa que suprimamos la pena capital del Código Penal. En diversas ocasiones hemos discutido sobre el tema y siempre ha prevalecido el criterio de que las actuales circunstancias no podemos desarmarnos frente a un imperio que no cesa de acosarnos y agredirnos”.

Se prueba una vez más que Fidel continúa siendo referente en política interna y externa, según el Acuerdo No. 1 de la actual Legislatura de la Asamblea Nacional y el fundamento de Raúl en la clausura del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. En más de cincuenta (50) años de poder revolucionario no hay un pronunciamiento definitivo contra la pena de muerte en Cuba.

Referente a la convocatoria del evento de referencia, Raúl Castro había justificado la negativa del gobierno de Cuba para actuar en consideración, “Aún cuando la pena de muerte está prevista en nuestra legislación, debido a las razones específicas explicadas y soberanamente justificadas, Cuba comparte y respeta los argumentos del movimiento internacional que propone su eliminación o moratoria. Por esa razón nuestro país no ha votado contra tales iniciativas en las Naciones Unidas (ONU)”.

El Consejo de Estado procedió de conformidad con lo interpuesto por el Comité Central del Partido, disponiendo la sanción de prisión perpetua de libertad, excepto para los que cometieron el hecho delictivo antes de establecerse esta sanción en la Ley No. 62, Código Penal, a los que se le aplicó la sanción de treinta (30) años de prisión, algunos condenados estaban esperando por el pronunciamiento del Consejo de Estado desde hacía años.

En el marco de la celebración del jubileo por el 400 Aniversario de la Aparición de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, el Santo Padre Benedicto 16, tiene propuesto una visita a nuestro país, se desconoce si la misma se corresponde con una invitación oficial o una visita pastoral, pero indiscutiblemente tendrá una trascendencia en la vida del cubano y en la política oficial del gobierno, ratificando las palabras de nuestro querido Papa Juan Pablo II “Que Cuba se abra al Mundo y el Mundo se abra a Cuba”.

Sería de especial significación que en el marco del jubileo y de la visita del Papa a Cuba, la asamblea Nacional del Poder Popular o el Consejo de Estado adopten la determinación de “derogar de la Ley No. 62, Código Penal, de 29 de noviembre de 1987, en su artículo 28.1 la sanción de muerte, recogiendo lo anterior como precepto con rango constitucional irrevocable.

Para la celebración del jubileo, y la visita del Papa, llegarán al país un número considerable de cubanos radicados en el exterior y que mantienen y defienden la identidad nacional, aún cuando la Virgen de la Caridad del Cobre no conforma oficialmente los símbolos nacionales, unido a millones de cubanos católicos y de otras denominaciones religiosas, sería el momento indicado para que las autoridades cubanas se pronuncien por el fin de la aplicación de la pena de muerte, se haría realidad el lema del evento de la Comunidad de San Egidio “No HAY JUSTICIA SIN VIDA’’, ratificando el sello de la procesión nacional de la Virgen de la Caridad, “A JESUS POR MARIA”.
*Abogado Independiente. E mil: dr.renelopez@yahoo.es

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