viernes, 10 de junio de 2011

Inauguran biblioteca independiente en Santiago de las Vegas


Por Roberto de Jesús Guerra Pérez/ Hablemos Press.
robersm2007@gmail.com

Neldo Iván Echevarría Perdomo y su esposa Yuneisy Gordillo Pérez. Participantes en la inauguración. Foto: Hablemos Press.

El pasado 7 de junio quedó fundada la biblioteca independiente Luz De la Verdad en el número 42112 de la calle 196 b en Santiago de las Vegas, Ciudad de La Habana, Cuba.

“Se abrió este local para promover la lectura libre y de obras censuradas por el gobierno entre los habitantes de la comunidad”, informó Neldo Iván Echevarría Perdomo, director de Luz De la Verdad.

“Luz De la Verdad trabajará en la creación de círculos de estudios que promuevan entre sus lectores el conocimiento de la declaración de los derechos humanos y sus leyes, violadas tantas veces por este régimen, quien es firmante de los acuerdos, sociales, políticos, económicos y culturales”, afirmó Neldo Iván.

El gobierno cubano sancionó a varios disidentes en el 2003 a penas de entre 6 y 28 años de cárcel por tener en sus domicilio bibliotecas independiente donde se prestaban libros de autores censurados en la isla como Reinaldo Arena, Carlo Alberto Montaner, Zoé Valdés y otros. Así como realizar actividades a los niños.

Yuneisy Gordillo Pérez, esposa de Neldo Iván, y quien ocupa la tarea de secretaria dijo “me comprometo trabajar en proyectos que promuevan y estimulen la lectura en los jóvenes”.

“Los jóvenes serán, quienes dirijan la cultura, el arte y la música, en el camino de la libertad de expresión, sin censuras a las artes y sus diferentes formas de expresarlas”, señaló Gordillo.

El matrimonio agradeció “la colaboración y apoyo brindado en la creación de esta biblioteca, a los bibliotecarios José Díaz Silva y Lourdes Esquivel Vieyto, quienes se preocuparon desde un principio de que este proyecto se hiciera realidad”.

Cosas de muchachos: las cuchilladas en las escuelas cubanas


Por Jaime Leygonier/ Hablemos Press.

Caso Secundaria Fructuoso Rodríguez donde murió un joven producto de una riña. Familiares de Emilio Lázaro Pérez Valdés que apareció ahogado en un estanque de una escuela en el Mariel. Foto: Archivo de Hablemos Press.
Sigue en aumento la violencia con armas blancas entre escolares adolescentes; ya no ocurre sólo en internados donde las autoridades contabilizan los hechos de sangre como "accidentes de trabajo", sino inocultables en escuelas y fiestas del barrio y trasciende al público alarmado.
Pero el Gobierno continúa guardando secreto sobre esta realidad que siempre su propaganda proclamó ajena a la sociedad socialista y atribuyó a la enajenación, la miseria y el consumo de drogas en el capitalismo.
El viernes 3 de junio en la escuela tecnológica "Hermanos Gómez" -antiguo 5to. Distrito- en la avenida de Acosta del habanero barrio de Lawton, dos alumnos de 16 años de edad pelearon a cuchilladas, resultando con heridas leves.
Fueron los alumnos de Tecno -energética José Luis, alias Wuawi, del grupo T -21, y Miguel, del E- 11, y la causa de la pelea fue un pastelito que uno no quería pagar al otro según una apuesta.
El viernes ocurrió esta pelea, al próximo día de clases, el lunes 6, en la misma escuela y sin relación con el incidente del viernes, entró de la calle un grupo de adolescentes armados con palos y armas blancas y tras conducirse amenazadoramente no hubo otras consecuencias.
El mismo viernes 3 hubo reunión de padres en la escuela primaria "Raúl Gómez García" -antiguo Instituto Urquiza- en San Benigno, frente al parque de Santos Suárez, y al concluir la reunión, dos madres pelearon empleando como armas los cinturones de sus niños.
En el mismo parque hace unos años una multitud de alumnos de la escuela secundaria básica -de 7° a 9° grados- "José María Heredia", acudió con palos, piedras y armas blancas a atacar a los alumnos de la secundaria básica "César Escalante" que salen al parque en horario de almuerzo. Se apedrearon de ambos bandos sin mayores consecuencias físicas. En el tumulto participaron también hembras.
En el mismo parque, a pleno día, en el año 2010, Luisito, de 16 años, amenazó con una cuchilla a otro adolescente de aspecto afeminado; un primo del amenazado se armó con un cuchillo de cocina y fue a desafiar a Luisito a su casa, pero las mujeres de su propia familia lo desarmaron.
Al regañarlo su madre a Luisito, él explicó:"Yo no iba a hacerle nada al pajarito, fue jugando". Efectivamente, ocurren cosas más serias, hace unos años en ese parque, de noche, un jovencito mató a otro con una proyección de judo, el occiso salió en defensa de una adolescente que violaban.
Pero "juegos", alardes de matonismo ante el grupo de amigos ocurren cada vez con más frecuencia y con consecuencias serias. A veces, en los ómnibus grupos de escolares asumen conductas agresivas contra los pasajeros, particularmente contra los ancianos.
Un karateka me relató: "Iba en la guagua" ( ómnibus) "con mi mujer y mi hijo de 6 años, subió un grupo de escolares, dando gritos, empujaban a los pasajeros, entonces una muchachita del grupo se paró en medio del pasillo con una cuchilla en la mano y estuvo así un rato voceando desafíos, pensé que si se acercaba a mi niño yo no podía esperar a ver qué pasaba, tendría que pararme rápido y pegarle a la muchachita con todas mis fuerzas".
Se acercan los meses de vacaciones escolares, julio y agosto, durante los cuales ocurren a diario reyertas armadas en los atestados ómnibus en que los bañistas regresan de la playa de Guanabo.
Según el periodista independiente Roberto de Jesús Guerra: "Hace varias semanas en una escuela de Holguín un alumno degolló a su noviecita y cortó a otros estudiantes y a un profesor, y en otra escuela del mismo Holguín y en una de Ciego de Ávila, riñeron a puñaladas grupitos rivales, pandillas."
Aunque ocurren asaltos a pleno día, la violencia irracional está pasando a ser la norma, no es necesario que quieran robarnos, ni tener enemigos, ni provocar, para ser atacados: Muchos jovencitos quieren hacerse un nombre de "duros" - y el alcohol y la droga potencian el fenómeno.
Entre profesores de artes marciales predomina la opinión de que la pelea a puños "entre hombres" es cosa del ahora el agresor procura ventaja, emplea armas y el ataque sorpresivo y en grupos, según el código del presidio que prestigia a quien es capaz de atacar a traición y con crueldad.
Apareció un nuevo tipo de agresión oportunista: Dos personas que pelean en una fiesta o lugar público corren el peligro, sobre todo si caen al piso forcejeando, de que un adolescente ajeno a la pelea se acerque con celeridad y apuñale por la espalda a uno de ellos.
El herido se devanará los sesos en vano pensando en quién lo atacó y por qué, pues su atacante es un perfecto desconocido que solamente vio la oportunidad de acreditarse como matón con poco riesgo y alardear después de su hazaña: "¿Viste como lo pinché?".
Por falta de armas de fuego entre la población, muy rara vez un muchacho lleva a la escuela, para exhibirla a sus amigos en el urinario, la pistola de un pariente militar, predominan cuchillas y punzones, por suerte de mala calidad, y algunos fabrican "inyectores".
El "inyector" es un arma de fuego artesanal de un solo tiro, caño liso y muy ineficaz, salvo a distancia muy corta, más parecido a un tubo pequeño que a un arma.
El periodista independiente Carlos Ríos Otero escribió sobre caso ocurrido en el 2005 en el Instituto de Güines cuando un adolescente recluta del servicio militar obligatorio en un ataque de celos se fugo de su unidad militar con un fusil AKM y baleo a su novia, un amigo y a un profesor en esa escuela.
La negación del problema por las autoridades dificulta las soluciones; existe una red de reformatorios llamados Escuelas Especiales, dirigida por el Ministerio del Interior, para reeducar a menores con "problemas de conducta", pero el número rebasa la capacidad de estas escuelas y resultan centros de castigo que no mejoran al menor.
Un ex custodio de uno de esos centros para menores me confesó: "Trabajé allí varios años y me tuve que ir porque tenía pesadillas, me estaba volviendo loco por lo que veía. Allí vi a niños herir a otros con un fleje o un vidrio, vi a uno rajarse el pecho con un tubo de luz fría para que lo enviaran al hospital."
En las escuelas, los profesores son incapaces de motivar a los alumnos al estudio y suelen amenazarlos con enviarlos a "la escuela especial" si se portan mal - y los hijos de opositores pacíficos con frecuencia reciben esa amenaza de maestros acosadores o de un policía "de visita".
Los maestros y profesores, ignorantes en extremo, son en su mayoría otros adolescentes estudiantes con un par de años más que sus alumnos. Tanto éstos como también los profesores adultos, emplean constante violencia verbal y los insultos más soeces en el trato y reprimendas a sus alumnos.
Entre los maestros y profesores adolescentes y sus alumnos se establecen relaciones de excesiva confianza, amistades y relaciones sexuales que propician reyertas entre los alumnos y sus "pedagogos".
Hace unos años conmovió a La Habana el homicidio de un estudiante de 8vo. grado muerto de un silletazo por su maestro, tan adolescente como él, la versión oficial publicada fue "accidente": que el maestro amenazó sacudiendo la silla y ésta se zafó y golpeo al estudiante que pasaba casualmente.
Según un profesor, tres menores de edad que habían provocado la agresión del maestro fueron recluidos en una escuela especial por orden expresa del general Raúl Castro, pero los familiares no se atreven a hablar del caso. El profesor agresor desapareció y dice la leyenda -melodrama sospechoso de fabricado por las autoridades- que está en un hospital psiquiátrico loco de remordimientos por haber matado sin querer al alumno.
El silencio es mayor cuando los hechos de sangre ocurren en becas, internados de condiciones carcelarias, donde "la disciplina interna" es asignada por los profesores a las pandillas de guapos y las heridas se justifican como "accidentes de trabajo".
En julio del 2010 el cadáver desnudo de Emilio Lázaro Pérez Valdés, estudiante de electrónica de 15 años de edad, apareció en un estanque de una fábrica cercana a la escuela politécnica donde estudiaba electrónica, escuela "Juan Manuel Castiñeira", en el Mariel.
Según informó la familia al periodista independiente Roberto de Jesús Guerra, director de C. I. Hablemos Press, desconfían de la versión oficial de que se ahogó accidentalmente, pues el jovencito tenía pánico a la playa y no creen que se zambulliría por su propia voluntad en ese estanque.
Además, cuando solicitaron ver la autopsia, les mostraron una foto en que parecía golpeado su rostro. La familia cree que la dirección de la escuela oculta su negligencia y que existe mal manejo del caso por la policía a la que pide en vano que investiguen como sospechosos a tres estudiantes.
Por esas declaraciones a Hablemos Press, la Seguridad del Estado arrestó y amenazó por horas al padrastro del difunto, y actualmente mantiene bajo vigilancia su hogar, cuando los familiares salen los sigue un agente de civil y cuando pretenden salir del municipio los arrestan y devuelven a la casa porque "ustedes no pueden hacer más declaraciones".
La prensa silencia estos hechos de sangre, pero el sábado 4 de junio publicó en Granma "Reportan un millón de incidentes violentos en escuelas norteamericanas" /…/alumnos de secundaria reportaron que todos los días sufren algún tipo de intimidación y por lo menos una vez por semana los atacan físicamente/…/detectaron a casi 116 000 alumnos con estupefacientes ilícitos/…
En Cuba no quieren detectar nada y una encuesta sobre el problema probablemente arrojaría -en proporción a la población- cifras superiores a las de E. E. U. U., frutos de "el hombre nuevo" educado en y para la violencia revolucionaria, sin fe, sin presente y sin esperanza.
Pero la desastrosa "educación gratuita" seguirá siendo "un gran logro de la revolución", como la mayoría de edad y el servicio militar obligatorio a los 16 años de edad.

viernes, 3 de junio de 2011

Un espaldarazo para el monstruo


Narciso Díaz Rodríguez/ Hablemos Press.

Fotografías archivo de Hablemos Press.

Ciudad de La Habana.―Sobre la arena del circo arrojaron a aun monstruo. El público vociferaba enardecido mientras el César hacía señas a gladiadores armados para que lo hirieran sin piedad, y si es posible, por la espalda.

El Instituto Nacional de la Vivienda, ese engendro legado del derecho socialista al estilo soviético, pareció haber sido uno de los chivos expiatorios bien escogidos para anunciar su ejecución pública en un tiempo de “reformas” que no llegan.

Los personeros del régimen de La Habana, hicieron correr el rumor de que la Vivienda, como abreviadamente se reconoce al perturbador Instituto, otrora organismo central del Estado, y luego una rama integrante del Ministerio de la Construcción, estaba destinado a desaparecer como una muestra de las mejores intenciones de agilizar el sistema. Pero, ¿será esto cierto o estamos en presencia de uno de los espantosos espejismos provenientes de las misma fuente?

El Segundo Secretario del Partido, Machado Ventura, en una reciente reunión partidista, se mostró molesto por la existencia de asentamientos urbanos en los alrededores de la zona turística de Guardalavaca, al sur de la provincia Camagüey. Qué horror, el pueblo cercando nada menos que a los turistas con su “indigencia”.

Días atrás, en una de las aburridas comisiones del VI Congreso del Partido, específicamente la presidida por Ramiro Valdés, se vio a una delegada, no sin cierto temor y hasta inquietud, solicitar que se tuviera en cuenta, en el tema de la vivienda, la posibilidad de legalizar las actuales “ilegalidades”. Esto parece un contrasentido, pero cuando se trata de la Vivienda, en Cuba, se habla así.

En esa ocasión el Comandante Valdés atajó de inmediato la propuesta de la delegada. “Tenemos que tener mucho cuidado”, dijo midiendo las palabras, “porque si abrimos las puertas a las ilegalidades”… Sin duda que todos los delegados entendieron el final y el contenido de las frases.

Pues bien, lo que ha ocurrido en Guardalavaca, y en decenas de lugares dentro de la isla, es precisamente una de esas “ilegalidades”.

Asentamientos poblacionales improvisados, y caseríos rudimentarios, brotan como burbujas y amenazan con extenderse a lugares insospechados a lo largo de toda la isla. Es la respuesta natural de un pueblo obligado por generaciones enteras a vivir comprimido en espacios demencialmente reducidos.

Abuelos, hijos, nietos, hermanos, tíos, sobrinos y demás colaterales, deben olvidar por siempre la esperanza sana de vivir en un recinto donde la intimidad sirva de base para una vida digna. ¿Y qué órgano, qué fuerza intimidatoria y física ha logrado demostrar, durante decenios, que es posible ese absurdo social? Ese instrumento, monstruoso por cierto, ya existe. ¿Para qué complicarse en crear otro, o peor, movilizar el ejército o la policía en tareas como desalojar mujeres y niños declarados “ilegales”?

Cuando Ventura habló del tema de las construcciones ilegales a sus subordinados militantes, lo hizo en su acostumbrado estilo apagado pero insistente. Señalaba a la mesa con ambos dedos índices mientras enfatizaba la siguiente frase: “La Vivienda, como institución encargada de estos casos, debe velar porque no se cometan tales ilegalidades. Siempre ha sido importante evitarlas, ¡y ahora más que nunca!”

Pues bien, esto parece un cambio, o mejor dicho, una vuelta al constante pasado, a las fórmulas tradicionales de la vieja maquinaria.

Las palabras del alto dirigente no pueden ser menos que un espaldarazo para los funcionarios de la Vivienda, quienes ya se veían encabezando la lista de los anunciados despidos. Por ello, no es difícil concluir lo siguiente: mientras el régimen sobreviva, existirá el Instituto Nacional de la Vivienda, ya sea con ese nombre o con otro, pero siempre en su condición de civil. Después de todo, los funcionarios civiles saben que su verdadero código es militar. Alguien tiene que seguir ajustando la camisa de fuerza al pueblo, a los millones que se agolpan en un enajenante transporte público, para moverse de un lugar a otro y regresar a sus hogares al borde del derrumbe, sucios, divididos y superpoblados más allá del límite.

Es por eso que a las marionetas del César, las más cercanas, les toca ahora interpretar sus señas y pedirle al monstruo que se levante de la humillante arena. Acabó el espectáculo. Los que lo creyeron, tendrán otro motivo para lamentarse. Para el monstruo, llegó la hora de actuar una vez más y demostrar su indiscutido valor, pues fue especialmente creado no para disolver las “ilegalidades”, sino y sobre todo, para amedrentar, contener y reprimir.

La bandera multicolor en la “Plaza de la Revolución”


Por Ignacio Estrada Cepero/ Hablemos Press.
estradacepero@yahoo.es

Mariela Castro Espín enseña la bandera multicolor en uno de sus actos. Foto: Ignacio Estrada.

Ciudad de La Habana.―El pasado primero de mayo la bandera multicolor fue enarbolada por segunda vez en la Plaza de la Revolución cubana.

El hecho vislumbró a quienes seguían este acto político desde las cercanías de la plaza. Nunca las cámaras televisivas tomaron o mostraron en la televisión nacional a este grupo de trabajadores que marchaban en representación del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). El bloque era presidido por Mariela Castro Espín, directora del (CENESEX) e hija del actual mandatario de la nación cubana.

¿Quién podría imaginar que esta bandera hubiera sido llevada sin miedo por trabajadores y miembros de la comunidad LGBT que se sienten identificados con el único centro que en Cuba aboga por esta entidad?

No se tiene fecha de lo sucedido en años atrás pero muchos conocen que la única ocasión en que se intentó llevar esta bandera a la plaza cívica, terminó por el arresto de los osados y el arrebato del estandarte que llevaban consigo. Hecho que fue perpetrado por los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).

Para muchos es inexplicable que una comunidad LGBT como la cubana se preste para desfilar ante las máximas autoridades políticas del país en apoyo a lo que algunos aun se esfuerzan en llamar “revolución”. No discuto, ni trato de callar con mi artículo criterios algunos. Lo que si trato es yo mismo de comprender que los hechos que describo merecen el reconocimiento de todos.

“Compañeritos” la bandera de la comunidad LGBT fue llevada ante las narices de quienes han tratado de apagar nuestra razón de existir, ante quienes han puesto durante años a esta comunidad contra la pared y que hoy por diferentes motivos se han visto obligados a tomar el tema de la diversidad sexual para defender su Revolución.

No quiero defender a quienes se presten a este teatro político pero por el contrario, felicito a quienes aprovechan la oportunidad para hacer escuchar su voz y a quienes se unen a estos esfuerzos vengan de donde vengan.

La comunidad LGBT no tiene nombre ni gobierno, lo mismo puede salir a la calle en defensa de los derechos de los trabajadores, que en reclamo a los suyos, claro este último acto no se sabría como terminaría. Aseguro que no con los mismos resultados que hoy resalto en este artículo.

Creamos que el hecho de que esta bandera tome las calles cubanas, no sea utilizado solo como una estratagema política en fechas señaladas, pidamos que esta bandera pueda ser llevada por quienes de una forma u otra piensan diferentes o es de preguntar a la Dra. Mariela Castro ¿si es esta o no la bandera de la diversidad?

Confiemos que las fechas del sábado 16 de abril, primero de mayo y 14 de mayo no se conviertan en números fatales que traigan malos augurios a quienes de una forma u otra celebrarán el próximo 28 de junio la parada Gay en Cuba enarbolando lejos del escenario de la plaza la bandera multicolor.