viernes, 3 de junio de 2011

La bandera multicolor en la “Plaza de la Revolución”


Por Ignacio Estrada Cepero/ Hablemos Press.
estradacepero@yahoo.es

Mariela Castro Espín enseña la bandera multicolor en uno de sus actos. Foto: Ignacio Estrada.

Ciudad de La Habana.―El pasado primero de mayo la bandera multicolor fue enarbolada por segunda vez en la Plaza de la Revolución cubana.

El hecho vislumbró a quienes seguían este acto político desde las cercanías de la plaza. Nunca las cámaras televisivas tomaron o mostraron en la televisión nacional a este grupo de trabajadores que marchaban en representación del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). El bloque era presidido por Mariela Castro Espín, directora del (CENESEX) e hija del actual mandatario de la nación cubana.

¿Quién podría imaginar que esta bandera hubiera sido llevada sin miedo por trabajadores y miembros de la comunidad LGBT que se sienten identificados con el único centro que en Cuba aboga por esta entidad?

No se tiene fecha de lo sucedido en años atrás pero muchos conocen que la única ocasión en que se intentó llevar esta bandera a la plaza cívica, terminó por el arresto de los osados y el arrebato del estandarte que llevaban consigo. Hecho que fue perpetrado por los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).

Para muchos es inexplicable que una comunidad LGBT como la cubana se preste para desfilar ante las máximas autoridades políticas del país en apoyo a lo que algunos aun se esfuerzan en llamar “revolución”. No discuto, ni trato de callar con mi artículo criterios algunos. Lo que si trato es yo mismo de comprender que los hechos que describo merecen el reconocimiento de todos.

“Compañeritos” la bandera de la comunidad LGBT fue llevada ante las narices de quienes han tratado de apagar nuestra razón de existir, ante quienes han puesto durante años a esta comunidad contra la pared y que hoy por diferentes motivos se han visto obligados a tomar el tema de la diversidad sexual para defender su Revolución.

No quiero defender a quienes se presten a este teatro político pero por el contrario, felicito a quienes aprovechan la oportunidad para hacer escuchar su voz y a quienes se unen a estos esfuerzos vengan de donde vengan.

La comunidad LGBT no tiene nombre ni gobierno, lo mismo puede salir a la calle en defensa de los derechos de los trabajadores, que en reclamo a los suyos, claro este último acto no se sabría como terminaría. Aseguro que no con los mismos resultados que hoy resalto en este artículo.

Creamos que el hecho de que esta bandera tome las calles cubanas, no sea utilizado solo como una estratagema política en fechas señaladas, pidamos que esta bandera pueda ser llevada por quienes de una forma u otra piensan diferentes o es de preguntar a la Dra. Mariela Castro ¿si es esta o no la bandera de la diversidad?

Confiemos que las fechas del sábado 16 de abril, primero de mayo y 14 de mayo no se conviertan en números fatales que traigan malos augurios a quienes de una forma u otra celebrarán el próximo 28 de junio la parada Gay en Cuba enarbolando lejos del escenario de la plaza la bandera multicolor.

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