viernes, 20 de mayo de 2011
Picadillo de soya, ni los perros se lo comen
Por Carlos Ríos Otero/ Hablemos Press.
cubano2000cisd@yahoo.es
Fotografías del autor.
La Habana, 20 de mayo.―El alimento campeón de los cubanos en el gobierno del general Raúl Castro, lo constituye el “picadillo de soya concentrado”.
Y, está entre los lineamientos a jerarquizar dentro de los acuerdos del Sexto Congreso del Partido Comunista, para mitigar el hambre de un pueblo subalimentado.
El famoso bocado, se conforma de una extraña fórmula que se introduce en la Nueva Política Económica, léase la NEP del raulato, que “agrede a la salud por su alto grado de soya que afecta la flora microbiana”, exponen los galenos dietistas y especialistas de la culinaria.
Esta mezcla se hace con vísceras de res y otras partes de carne de segunda.
La tecnología usada en el proceso es caduca. Las máquinas son técnicamente defectuosas y se suma que los empleados y funcionarios de las plantas procesadoras se roban las mejores carnes para su provecho personal y venderla en el mercado negro.
A muchas personas le produce nauseas y fuertes jaquecas. Los ancianos revientan en diarreas, incluso en ocasiones sanguinolentas. A los niños le sale urticaria, es como una especie de sarna, aunque a éstos le está contra indicado.
También, a los perros de raza como los dos Pudher de color blanco que aparecen en la foto sencillamente lo rechazan y al linaje habanero de color blanco con pintas carmelitas se lo traga, pero al otro día se apea y desaloja una ingesta.
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