Por Jaime Leygonier/ Hablemos Press.
La Habana.- Cuando el 8 de enero de 1959 Fidel Castro en recorrido triunfal por la Carretera Central de la Isla llegó a La Habana sobre un tanque de guerra -equivalente del elefante blanco- personas con bolsas llenas de insignias religiosas abastecieron a sus guerrilleros, que así desfilaron con rosarios al cuello.
El talentoso montador de golpes de efecto que fue Castro agregaba así la manipulación de los sentimientos religiosos como cereza del personaje que creó -igual que Chaplin creó el suyo.
Creación que elaboró tras tanteos: Primero imitación juvenil de los gánsteres de las películas -cuando perteneció al llamado "bonche universitario"- para imitar luego a Eduardo Chibás (1907 -1951)- populista muy querido a cuyo partido perteneció -y al mítico José Martí (1853-1895)- el apóstol de la Independencia de Cuba.
Abel Santamaría, torturado y asesinado por el ataque al Cuartel Moncada, al relatar entusiásticamente como conoció a Castro dijo: "He conocido a un hombre que es José Martí redivivo" -Murió antes de desencantarse de aquella seducción.
En sus "Cartas desde presidio", publicadas por Pardollada, el estilo no era el del posterior Fidel Castro, sino la influencia de Víctor Hugo -en presidio leyó "El Conde de Monte Cristo" y "Los Miserables"- un romanticismo ampuloso en collage con el José Martí adolescente de "El presidio político en Cuba".
Castro, finalmente, con el pegamento de la emotividad que enardece sin dejar razonar, amalgamó sus imitaciones en el personaje definitivo con que encantó a Cuba y al mundo y al que sumó temporalmente nada menos que a Jesucristo.
Con quien la propaganda lo comparó hasta que la Iglesia Católica denunció la tendencia comunista de su Gobierno. Entonces la persiguió a la Iglesia, a Cristo, a todo creyente y se hizo dios omnisapiente por sí mismo.
Esta etapa de la propaganda que parangonaba a Castro con Cristo es poco estudiada y cae en olvido. Impera en la prensa cubana de 1959, que desde los años 90 cayó en la censura porque el lector encontraba en esa prensa las falsas promesas de los primeros años de su poder, enormes contradicciones morales con sus declaraciones posteriores.
En la hemeroteca de la Biblioteca Nacional eran las publicaciones más solicitadas y desde los 90 las retiraron del acceso al público alegando su desgaste. -Hasta el 2012 no han sido sustituidas por reproducciones y la Biblioteca desechó su carácter de biblioteca pública y presta servicios restringidos a miembros.
Los argumentos emotivo-irracionales con que se homologaba a Castro con Cristo eran:
La edad de 33 años de Castro. Castro bajó de la Sierra Maestra con 12 comandantes (falso, eran más) al igual que Cristo bajó de los montes de Galilea con 12 apóstoles. Comparaban su aspecto físico con imágenes, en particular la barba y la apariencia triste de los ojos. Cristo predicó la justicia para los pobres y Castro venia a cumplirla. -Último argumento que perdura en boca de los pastores agentes de la policía política y de ese "nerd" número uno de Castro, anclado en el discurso de izquierda de los 60: Frei Betto.
Propaganda que además de atraer pueblo al culto a la personalidad de Castro protegía al Gran Hermano de la acusación de comunista. Luego, aún cuando dejó de propagandizarse como Cristo, declaró de vez en cuando: "Cristo fue el primer comunista de la Historia".
Y comparó la agonía de Cristo con la de personas como el custodio Pérez Quintosa y los miembros del IRA que murieron en huelga de hambre, para argumentar que, en comparación, el sufrimiento de Cristo fue poca cosa.
Otra persistencia de la propaganda castrista es que Castro vive rodeado de planes e intentos de asesinato (y que quien se le oponga es "un Judas traidor"). Afirman que para protegerse ya reportaba falsos intentos de asesinarlo desde que se puso en peligro al renunciar al gansterismo universitario con denuncia pública de nombres de gánsteres.
Reliquia de ese castrismo temprano, conservo una estampa de Cristo crucificado, impresa en Italia, y que al dorso tiene la siguiente "Oración por Fidel":
"Tú que todo lo puedes, Padre Santo / Te ruego en mi oración todas las noches/ que ampares a Fidel con tu sagrado manto / y aunque soy pecador no me reproches. / Gracias te doy porque a mi amado suelo / le diste a Martí para guiarnos / y al vernos naufragando desde el cielo / mandaste a Fidel a rescatarnos. / Pero tengo miedo de que un Judas traicionero /pueda tronchar su vida generosa, / como confío en ti, que perdones quiero / sin flaqueza de Fe pensar tal cosa. / Ampáralo, Señor, no lo abandones en el momento crucial de su existencia. / Cuba es feliz tan llena de ilusiones / porque refleja en Fidel vuestra presencia."
Esta oración bien pudo hacerla alguien cercano a Castro !o el propio Castro! ( como mismo en 1970, obsesionado por cosechar 10 millones de toneladas de azúcar, se encerró un día con el percusionista creador del ritmo Mozambique, Peyo el Afrocán, para cambiarle la letra a uno de los éxitos de éste y lanzar "El Mozambique de la caña" ).
La oración no tiene imprimátur (autorización de la autoridad religiosa). Entonces aún era un muchacho el hoy arzobispo cardenal Jaime Ortega, por quien hubo que esperar hasta el 2006 para que compusiera otra "oración por Fidel", esta vez autorizada por todos los obispos de Cuba.
Y Frei Betto era "menino"; de grandecito fue que hizo oficio de su glorificar a Castro -como esos peces que se pegan al tiburón para alimentarse de sus desechos digestivos.
Castro -o su obra- como "don de Dios", o como dios él mismo, pervive, porque los anticristos no son físicamente monstruosos, reciben poder para hablar a las multitudes y encuentran siempre a muchos, que se dicen cristianos y sacerdotes, dispuestos a grabarse en la frente el numero de la Bestia y a adorarla.
La Habana.- Cuando el 8 de enero de 1959 Fidel Castro en recorrido triunfal por la Carretera Central de la Isla llegó a La Habana sobre un tanque de guerra -equivalente del elefante blanco- personas con bolsas llenas de insignias religiosas abastecieron a sus guerrilleros, que así desfilaron con rosarios al cuello.
El talentoso montador de golpes de efecto que fue Castro agregaba así la manipulación de los sentimientos religiosos como cereza del personaje que creó -igual que Chaplin creó el suyo.
Creación que elaboró tras tanteos: Primero imitación juvenil de los gánsteres de las películas -cuando perteneció al llamado "bonche universitario"- para imitar luego a Eduardo Chibás (1907 -1951)- populista muy querido a cuyo partido perteneció -y al mítico José Martí (1853-1895)- el apóstol de la Independencia de Cuba.
Abel Santamaría, torturado y asesinado por el ataque al Cuartel Moncada, al relatar entusiásticamente como conoció a Castro dijo: "He conocido a un hombre que es José Martí redivivo" -Murió antes de desencantarse de aquella seducción.
En sus "Cartas desde presidio", publicadas por Pardollada, el estilo no era el del posterior Fidel Castro, sino la influencia de Víctor Hugo -en presidio leyó "El Conde de Monte Cristo" y "Los Miserables"- un romanticismo ampuloso en collage con el José Martí adolescente de "El presidio político en Cuba".
Castro, finalmente, con el pegamento de la emotividad que enardece sin dejar razonar, amalgamó sus imitaciones en el personaje definitivo con que encantó a Cuba y al mundo y al que sumó temporalmente nada menos que a Jesucristo.
Con quien la propaganda lo comparó hasta que la Iglesia Católica denunció la tendencia comunista de su Gobierno. Entonces la persiguió a la Iglesia, a Cristo, a todo creyente y se hizo dios omnisapiente por sí mismo.
Esta etapa de la propaganda que parangonaba a Castro con Cristo es poco estudiada y cae en olvido. Impera en la prensa cubana de 1959, que desde los años 90 cayó en la censura porque el lector encontraba en esa prensa las falsas promesas de los primeros años de su poder, enormes contradicciones morales con sus declaraciones posteriores.
En la hemeroteca de la Biblioteca Nacional eran las publicaciones más solicitadas y desde los 90 las retiraron del acceso al público alegando su desgaste. -Hasta el 2012 no han sido sustituidas por reproducciones y la Biblioteca desechó su carácter de biblioteca pública y presta servicios restringidos a miembros.
Los argumentos emotivo-irracionales con que se homologaba a Castro con Cristo eran:
La edad de 33 años de Castro. Castro bajó de la Sierra Maestra con 12 comandantes (falso, eran más) al igual que Cristo bajó de los montes de Galilea con 12 apóstoles. Comparaban su aspecto físico con imágenes, en particular la barba y la apariencia triste de los ojos. Cristo predicó la justicia para los pobres y Castro venia a cumplirla. -Último argumento que perdura en boca de los pastores agentes de la policía política y de ese "nerd" número uno de Castro, anclado en el discurso de izquierda de los 60: Frei Betto.
Propaganda que además de atraer pueblo al culto a la personalidad de Castro protegía al Gran Hermano de la acusación de comunista. Luego, aún cuando dejó de propagandizarse como Cristo, declaró de vez en cuando: "Cristo fue el primer comunista de la Historia".
Y comparó la agonía de Cristo con la de personas como el custodio Pérez Quintosa y los miembros del IRA que murieron en huelga de hambre, para argumentar que, en comparación, el sufrimiento de Cristo fue poca cosa.
Otra persistencia de la propaganda castrista es que Castro vive rodeado de planes e intentos de asesinato (y que quien se le oponga es "un Judas traidor"). Afirman que para protegerse ya reportaba falsos intentos de asesinarlo desde que se puso en peligro al renunciar al gansterismo universitario con denuncia pública de nombres de gánsteres.
Reliquia de ese castrismo temprano, conservo una estampa de Cristo crucificado, impresa en Italia, y que al dorso tiene la siguiente "Oración por Fidel":
"Tú que todo lo puedes, Padre Santo / Te ruego en mi oración todas las noches/ que ampares a Fidel con tu sagrado manto / y aunque soy pecador no me reproches. / Gracias te doy porque a mi amado suelo / le diste a Martí para guiarnos / y al vernos naufragando desde el cielo / mandaste a Fidel a rescatarnos. / Pero tengo miedo de que un Judas traicionero /pueda tronchar su vida generosa, / como confío en ti, que perdones quiero / sin flaqueza de Fe pensar tal cosa. / Ampáralo, Señor, no lo abandones en el momento crucial de su existencia. / Cuba es feliz tan llena de ilusiones / porque refleja en Fidel vuestra presencia."
Esta oración bien pudo hacerla alguien cercano a Castro !o el propio Castro! ( como mismo en 1970, obsesionado por cosechar 10 millones de toneladas de azúcar, se encerró un día con el percusionista creador del ritmo Mozambique, Peyo el Afrocán, para cambiarle la letra a uno de los éxitos de éste y lanzar "El Mozambique de la caña" ).
La oración no tiene imprimátur (autorización de la autoridad religiosa). Entonces aún era un muchacho el hoy arzobispo cardenal Jaime Ortega, por quien hubo que esperar hasta el 2006 para que compusiera otra "oración por Fidel", esta vez autorizada por todos los obispos de Cuba.
Y Frei Betto era "menino"; de grandecito fue que hizo oficio de su glorificar a Castro -como esos peces que se pegan al tiburón para alimentarse de sus desechos digestivos.
Castro -o su obra- como "don de Dios", o como dios él mismo, pervive, porque los anticristos no son físicamente monstruosos, reciben poder para hablar a las multitudes y encuentran siempre a muchos, que se dicen cristianos y sacerdotes, dispuestos a grabarse en la frente el numero de la Bestia y a adorarla.
Como es posible que un comunista como fidel,en los montes sin radio para hablarle a la isla completa,sin ser predicador ,sin predicarle a la gente por radio ni tv,haya podido usar la religion para engañar a un pueblo completo,eso de que todos trajeron cruzifijos y biblias sucedio naturalmente por causa de la victoria sobre aquellos que llamandose cristianos eran falsos profetas que estaban en la cama con la bestia de batista,todo eso sucedio en agradecimiento a tal grande liberacion,asi que di la verdad comom es ,y no le mientas mas al pueblo cubano.Solo los simples leen por leer sin analizar lo que leen.
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