martes, 7 de febrero de 2012

Increíble

Por José Alberto Álvarez Bravo/ Hablemos Press.

Yo, por tu testimonio, tengo que aprobarte, pero a la vez, te voy a desaprobar”.

Esta frase contradictoria, expresada el día 8 de marzo de 2011 por la Srta. Eliza Elena Lins, funcionaria a cargo del Departamento de Seguridad Interna-Inmigración de los Estados Unidos en La Habana, marcó el destino del expreso político Ramón Fernández Rodríguez.

Después de cinco sanciones cumplidas por su activismo contestatario, y más de cincuenta golpizas en su cuerpo, -todo acreditado con sus respectivos documentos oficiales, es increíble el veredicto de la Srta. Lins, bajo el alegato de que “Usted no estableció que Usted ha sufrido la persecución en el pasado que Usted tiene un miedo bien fundado de persecución futura”, y que “Usted no estableció que la persecución o su miedo a una persecución en el futuro fuera a causa de su raza, religión, nacionalidad, por ser miembro de un grupo social en particular o por su opinión política”.

Si tú me traes los antecedentes penales “limpios”, que con dinero te los “limpian”, yo te apruebo”, concluyo, increíblemente, el tratamiento de la Srta. Lins al caso de Fernández Rodríguez.

Con fecha 15 de mayo de 2011, Fernández Rodríguez presentó un escrito solicitando la revisión de su caso, recibiendo, también increíblemente, una respuesta denegatoria fechada TREINTA Y SIETE DIAS ANTES de haber entregado dicha solicitud.

Detenido en marzo de 2010 mientras repartía plegables de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la Terminal de Trenes de La Habana, y golpeado por tres individuos vestidos de civil en la unidad policial de Dragones, el Mayor Iván, después de propinarle una patada en el pecho, le dijo textualmente: “si no te vas de La Habana, te vamos a matar, porque tenemos orden de matarte”; sin embargo, la Srta. Lins considera que la vida y la integridad física de Fernández Rodríguez están aseguradas en Cuba. Increíble.

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