miércoles, 25 de enero de 2012

“Indulto”, una nueva falacia del régimen castrista


Por Jorge A. Liriano Linares/ Hablemos Press.
Camagüey.- Finalizando el 2011 las familias cubanas y los miles de presos confinados a lo largo y ancho de la isla recibieron con grandes expectativas el anuncio de un indulto de más de 2900 sancionados, donde se especificaba la prioridad de los enfermos y ancianos, entre otros.
Para los que durante años hemos enfrentado la barbarie brutal cargada de odio, violencia y desamparo del sistema carcelario cubano. Para los que sufrimos el hacinamiento, la insalubridad, el hambre y todas las graves violaciones de las normas y derechos internacionales en el interior de las cárceles cubanas, la cifra prometida resulta fuera de toda proporción, apenas alcanza el 0,01 % de la elevadísima población de reclusos que posee la isla, cifra qué continúan siendo un secreto de estado, falseado y maquillado durante años.
Lo cierto es que del dicho al hecho va un gran trecho, y puede que se haya cumplido con el plan prometido a modo de dibujar la realidad, apenas perceptible para la mayoría.
No en vano la población penal de la prisión provincial Kilo 7 (Camagüey) considera el indulto como una de las tantas mentiras del régimen dictatorial entronizado en el poder.
Y es que de la prisión Kilo 7 solo fueron excarcelados unos 20 reclusos a raíz del anuncio, de ellos ninguno enfermo y mucho menos ancianos, más bien fueron liberados aquellos apadrinados, los hijos de altos funcionarios del gobierno, los hijos y familiares de altos oficiales del MININT, esos hijitos de mamá y papá que tanto daño hacen a la sociedad.
Que nadie se llame engaño, después de medio siglo de dictadura militar regida por una política de represión y terror con sobrados argumentos de miles de crímenes y acciones violatorias, que ignoran los principios de la legislación internacional y los derechos humanos, es muy difícil creer en promesas de derroche humanitario por los presos enfermos y los ancianos.
Muy mal les queda el papel de mecías que ahora quiere representar Raúl Castro y su camarilla de corrompidos carniceros.
Tras los muros de las cárceles cubanas son miles los enfermos, ciegos, inválidos, hasta sin manos y piernas que cumplen condenas. Miles los contagiados de lepra, tuberculosis, VIH-SIDA. Miles los que sufren desnutrición y enfrentan enfermedades neuróticas producto a la hambruna prolongada. Miles los que sufren trastornos mentales.
Allá aquellos que crean en cuentos de indultos para enfermos y ancianos.
Pobres de los que aún creen en las promesas del máximo responsable de cientos de miles de encarcelados, de miles de fusilados y desaparecidos. El responsable de miles de torturados y asesinados dentro de la barbarie ultrajante de un sistema carcelario sinónimo de destrucción y muerte de una isla y un pueblo prisionero.
Asqueante resulta el papel de salvador que quiere aparentar ahora el régimen de la isla como si la humanidad no conociera cuan perversos y connotados violadores de los derechos humanos son los regímenes totalitarios de izquierda, como si el mundo estuviera ausente de lo que sucede dentro de los cientos de cárceles y centros de torturas cubano, como si no conocieran la verdadera historia y el verdadero rostro de los revolucionarios cubanos y sus garras manchadas de sangre y luto, como si pudieran seguir engañando a la humanidad conocedora de la maldad del diablo, un diablo que después de 52 años, ahora promete gesto humanitario con los mismos que enfermó, con los mismos que dejó ciegos e inválidos, con los mismos que volvió locos o dejó envejecer tras las mazmorras del odio, la represión y el terror.

1 comentario:

  1. Buenisimo escrito hermano.La mentira tiene patas cortas. Y a estos dictadores asesinos ya nadie les cree. Todo el mundo sabe de que estan echas las dictaduras comunistas. "DE SANGRE INOCENTE".Y es hora de ponerle fin a esta dictadura YA. Es hora de hacer justicia. De reclamar lo que por naturaleza nos corresponde. Nuestros derechos, nuestra patria, nuestro futuro, nuestras vidas y nuestra libertad. Es hora hermanos. Pa la calle. Pa fuera la dictadura.

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