jueves, 5 de enero de 2012

Desfile con valijas por deseo de emigrar en año nuevo


Por Jaime Leygonier.
En La Habana, a las 12 de la noche del 31 de diciembre muchas familias y aun personas solas vestidas con sus mejores galas dieron la vuelta a la manzana portando valijas en ritual mágico para marcharse del País.
Es superstición antigua que lo que se esté haciendo a las 12 de la noche del 31 de diciembre influirá en lo que ocurra durante el año nuevo, de ahí el esperar las 12 regocijados gustando de bebidas y comida. Algunos contando dinero como propiciación para tenerlo durante el año.
Pero por la tendencia masiva a emigrar iniciada a partir de 1959 y recrudecida desde los años 90, algunos comenzaron a darle la vuelta a la manzana portando maletas y los casos inicialmente aislados aumentaron proporcionalmente a la desesperanza de solucionar sus problemas en Cuba.
Afirman que este diciembre promovió la idea un programa de TV de horóscopos transmitido desde el extranjero y visto en Cuba por los clientes de las redes clandestina de TV por cable con antena parabólica.
El astrologo recomendó particularmente a los cubanos este dar la vuelta a la manzana con sus valijas para lograr marcharse de Cuba y el resultado fue un asombroso desfile de personas de todas las edades, predominantemente de raza blanca, bien vestidos y cargados como si fueran de viaje.
Muchos recibían, y devolvían, bromas y deseos de buen viaje de quienes desde los balcones se divertían en verlos desfilar, y desafiaron el peligro de ser empapados -por otra superstición que si es tradicional: el arrojar agua con baldes desde los balcones a la calle para propiciar a la buena suerte.
Refieren que el astrologo de la TV extranjera recomendó no portar mochilas porque tal acto ocasionaría ser movilizados al campo para labores agrícolas.
Según un amigo: "Tengo un vecino que hace años pasea con sus maletas todos los 31 de diciembre a las 12 de la noche y se le han ido del país todos los sobrinos y amigos menos él que no lo consigue".
Y circula el chiste de que a una familia que con mucha fe le dio la vuelta a la manzana con sus maletas se le derrumbó la casa en el nuevo año y en lugar de emigrar tuvieron que cargar con sus valijas para refugiarse en el albergue.
El primer día del año quise embromar a una señora: "Me enteré que anoche le dio la vuelta a la manzana con sus maletas", pero fui yo el embromado cuando respondió: "No, cuando yo salga con mis maletas voy a ir en línea recta hasta el aeropuerto y salir del País, sin vueltas ni virar atrás".
Lo hicieron al revés: La suerte de los cubanos no va a mejorar por arrojar agua a la calle, "botar el Año viejo" con limpiar la casa el 31 desde adentro hacia afuera, ni fingiendo viajar, sino cuando la causa de su "salación" sea quien haga sus maletas y vuele lejos.
"! Sola vaya!", no el "Año viejo" sin culpa de nuestros males sino la destructiva camarilla de viejitos que desde jóvenes convirtieron a Cuba de país que acogía inmigración masiva a desesperanzado pueblo en estampida.

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