Por Jorge Alberto Liriano Linares/Hablemos Press.
Camagüey, 27 de abril.― Cientos de seres humanos acuden al suicidio cada año en el interior de las cárceles cubanas; la cifra de los que intentan o logran quitarse la vida constituye un secreto de estado.
La degradación violatoria del sistema carcelario de la isla es la principal causa para que los prisioneros pierdan la ilusión de seguir viviendo.
El pasado 21 se suicidó en la prisión de máxima severidad nacional Kilo 8 en Camagüey, Yoelvis Delgado Albelo, de 25 años de edad, ex soldado quien fuera condenado en el año 2007 a cadena perpetua.
Declaraciones brindadas por teléfono del también sancionado a cadena perpetua; Joan Torres Martínez quien compartía una celda aledaña al fallecido. “Los malos tratos; las torturas, sumado a las condiciones inhumanas en que viven los condenados a cadena perpetua en esta prisión del terror contribuyeron a que se quitara la vida, llevaba cuatro años en aislamiento en solitario; recientemente había atentado contra su vida, sin que las autoridades penitenciarias se preocuparan ni tomaran en serio su atención sicológica”.
Delgado Albelo se había declarado abiertamente opositor al régimen e integraba el Comité de Resistencia Cívica “Orlando Zapata Tamayo”, principal motivo para acrecentar la represión contra su persona y el resto de sus miembros.
“Un joven digno y valeroso se quitó la vida; lamentable pérdida que irradia pesar y dolor. Mientras los asesinos continúan en sus puestos gozando de completa impunidad judicial, la dirección del país ni por enterada se da; a fin de cuentas las dictaduras militares son símbolos de destrucción y muerte por ello sus cárceles o centros de torturas cumplen al pie de la letra sus objetivos”, subrayó Joan Torres Martínez.
Pasquines y revueltas populares en Camagüey
Por Jorge Alberto Liriano Linares/Hablemos Press.
Camagüey, 27 de abril.― Numerosos pasquines antigubernamentales y revueltas populares, formaron parte del rechazo abierto de la población en el municipio Carlos Manuel de Céspedes en Camagüey al modelo socialista; el pueblo exige cambios y así lo patentizó a solo unas horas de haberse concluido el Congreso de los comunistas cubanos.
Teófilo Delgado Ramos, miembro de la Unidad Camagüeyana por los Derechos Humanos, y residente en el territorio cespedeño declaró “dentro del marco de las revueltas populares se reportan daños materiales causados a un carro de la policía de patrulla de carretera y al coche fúnebre que presta servicio en la localidad”.
“Hasta ahora se desconocen los autores de la envestida contra los vehículos oficiales y solo aparece detenido bajo presunta sospecha el ciudadano Alfredo Morales Brizuela, el cual fue confinado en la Sede provincial de investigaciones policiales donde permanece incomunicado hasta la fecha”, confirmó la fuente.
Lo cierto es que el congreso de los partidistas cubanos ha causado mucho repudio en el pueblo. “Después de 52 años de miseria, hambre, represión y violencia, la población se enardece, el miedo cesa y la verdad y la razón se abren paso”, expresó Teófilo.
Concluyó el gran circo
Por Jorge Alberto Liriano Linares/Hablemos Press.
Camagüey, 27 de abril.― En Cuba, hoy preocupa y a muchos ocupa el problema de la economía; recientemente el congreso de los comunistas cubanos afianzó mas la necesidades de cambios en el derrotero económico; político y social de la isla; aun cuando la dirección del país simula tener la solución y el control.
La crisis cubana además de económica es también energética, alimentaria, política, cultural, moral y ética.
Las formas más inimaginables de embrutecimiento, enajenación, violencia, discriminación e irrespeto al ser humano; coexisten a diario, ora como noticia, ora como espectáculo denigrante y represivo, mientras los representantes del poder hacen chiste y desgranan discursos aletargantes sobre democracia, libertad y bienestar.
Después de 52 años en el poder; Fidel Castro y su hermano Raúl continúan aferrados al modelo socialista y hablan de perfeccionar lo que no tiene sentido, ni solución. Se habla de rescatar lo que no existió, recuperar lo que perdió; recién concluido el circo comunista las esperanzas siguen frustradas y el burocratismo y otros demonios nocivos prevalecen para desgracia de los cubanos de a pie.
El llamado a trabajar en una sociedad donde la tasa de desempleo está por encima de la media regional, es algo risible. Cerca de 3 millones de cubanos en edad laboral deambulan por las calles mientras la corrupción, los robos y otros males engendrados por el propio sistema se acrecientan; los partidistas de la isla en su sueño de más de medio siglo lanzan promesa de perfeccionar el socialismo pese al descalabro económico que enfrentan.
Proclaman defender el concepto y modelo de sociedad; se habla de bienestar y del desarrollo humano, afirman poder solucionar necesidades y problemas materiales y así entre promesas y bla, bla, bla, concluyó el gran circo, lo cual el pueblo no le brindo la menor atención y mucho menos ilusionó, pues como es lógico ya los cubanos están hastiados del mismo teque-teque, que al final siempre termina en lo mismo, іA trabajar!
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